El expresidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha, acusó a la presidenta Dilma Roussef de cometer delitos de corrupción, pero nunca se presentaron pruebas. Movilizó a la oposición derechista y a los medios afines y generaron una imagen negativa de la presidenta para forzar lo que fue un Golpe Parlamentario que sacó del poder a Dilma Rousseff. Ahora se demuestra que el corrupto era él. Eduardo Cunha ha sido condenado a 15 años y 4 meses de prisión por delitos de corrupción, lavado de dinero y evasión de impuestos.
La Radio del Sur nos ofrece la entrevista con el periodista y analista internacional, Breno Altman.
Source: Informativo Más Voces