El mercado de Makola en Accra es el más bullicioso de la capital. En el escenario se ven calles sin asfaltar llenas de coches y autobuses, aceras abarrotadas por diversos puestos de venta que hacen que caminar sea una tarea complicada.
Entre toda la gente, se pueden encontrar a las kayayee: mujeres y niñas porteadoras que llevan sobre su cabeza un gran recipiente de latón cargando las mercancías que sus clientes compran en el mercado. Por este trabajo las kayayee pueden ganar 1 ó 2 cedis ghaneses, lo que equivale a menos de 50 céntimos de euro.
Para estas jóvenes, la mayoría menores de edad, es la forma rápida para ganarse la vida, pero a un gran coste. Han dejado su hogar, en el norte del país, para llegar a Accra y vivir en los alrededores del mercado. Algunas pueden permitirse vivir bajo techo en una habitación, en pésimas condiciones, que alquilan entre varias. Otras viven en la calle, expuestas a todo tipo de inseguridades y problemas como las lluvias incesantes y los mosquitos. No son sus únicos problemas. Muchas de ellas aseguran que existen casos de violaciones y abusos. También cuentan que algunos clientes tienen una actitud vejatoria y violenta contra ellas.
Las kayayee pueden ganar hasta 10 cedis (2,27€) al día, de los cuales un porcentaje lo destinan a pagar las “tasas” que les exigen para poder trabajar en el mercado. Prácticamente todo lo que ganan lo envían a sus familias, que permanecen en el norte del país, y lo poco que les queda es para comer.
De estas niñas porteadoras en los mercados de Ghana nos hablan hoy desde la Fundación Sur.
Source: Informativo Más Voces