Cinco meses después de su primer intento, el Gobierno de Donald Trump empezó a aplicar este jueves, desde las 20:00 en la Costa Este, su veto migratorio a ciudadanos de seis países de mayoría musulmana tras recibir el aval parcial del Tribunal Supremo.
Es la tercera versión del decreto aprobado por el presidente y que responde a su promesa electoral de restringir la entrada a todos los musulmanes. Trump espera finalmente sortear los problemas judiciales y de implementación que hasta ahora han hecho naufragar sus intenciones. Aunque se mantienen las dudas sobre la interpretación del fallo del Supremo, no se espera que las nuevas reglas tengan un efecto inmediato en los aeropuertos. Su puesta en escena será sobre todo en los consulados de Estados Unidos.
Tras ser paralizado por tribunales inferiores que consideraron que podía discriminar por motivos religiosos, el Supremo autorizó el lunes de forma provisional a la Administración republicana a prohibir durante 90 días las nuevas solicitudes de entrada a visitantes de Irán, Libia, Somalia, Siria, Sudán y Yemen que no tengan un vínculo fiable (bona fide) con “una persona o entidad” en EE UU. Lo mismo ocurre durante 120 días con los ciudadanos de esos países que intenten acceder al programa de refugiados de la primera potencia mundial.
Source: Informativo Más Voces